Los Compadres


Los Compadres



Resultado de imagen para IMAGENES DE CIPRIANO CASTRO Y JUAN VICENTE GOMEZ JUNTOS






Los Compadres. En el primer plano aparecen dos figuras, harto conocidas para los venezolanos: Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez, quienes llevaron la rienda del país los primeros 35 años del siglo XX. Sentado aparece el primero, de pie a su espalda, pero a un lado, el segundo. En este tipo de fotos, el de mayor jerarquía, por lo general aparece sentado y el subalterno va de pie, algo así como que “a ti te toca estar parado . . . por si necesito que me sirvas en algún momento”. Así podemos ver muchas fotos familiares donde el patriarca (esta es la típica foto del patriarca latinoamericano) sentado, disfruta de la compañía de su familia (todos de pie), entre ellos su esposa. Los dos van vestidos de idéntica forma, muy austera sin dejar de ser elegante, con cierto aire marcial. Una camisa blanca, manga larga, debajo del traje que parece un liquilique de color oscuro, botas (o polainas), largas hasta las rodillas, lustrosísimas, la blusa del liquilique abotonadas desde el cuello hasta el penúltimo botón, esto quizás para facilitar el acto de sentarse, bien en una silla como este caso, o sobre el lomo de un caballo. Por cierto, la forma de sentarse de Castro, con las piernas notablemente abiertas y la espalda perfectamente erguida, lo hace ver como si estuviera sobre un equino. Del bolsillo de ambos personajes (ya advertí que están vestidos de idéntica manera) surge una especie de breve cordón que va hacia el segundo botón de arriba del liquilique, lo cual parece sostener algo que va dentro del bolsillo y que eventualmente pudiera caer, en un descuido o maniobra brusca de su dueño, claro que este cordoncito otorga cierta elegancia a los caballeros. Detrás de los personajes está un inmenso portón de madera, bien labrado pero modesto. El hecho de aparecer Castro con los ojos visiblemente más abiertos que los de Gómez, puede hacer pensar en que la perspectiva del fotógrafo esta a la altura del primero (más cerca en el sentido vertical), puesto que este era la figura principal de la fotografía, quien lleva en la mano derecha un especie de fuete o fusta que cruza de pierna a pierna, esto también, sin duda, simboliza poder y fuerza. Llevan sombreros claros, doblados redondamente hacia arriba, sobre todo el de Castro. Gómez lleva sus “icónicos” bigotes de Bagre (como se le apodaba cuando ejerció despóticamente la primera magistratura), y Castro, barba podada pero no totalmente cuidada que le daba ese aire de cierta fiereza, al igual que la mirada que nos “regala” a la posteridad a través del lente de la cámara. Nadie que se enfrente a esta foto dirá que está en presencia de dos intelectuales o dos hombres de fe o de dos sencillos labriegos esperando a sus esposas a las afueras de la iglesia. Por supuesto que no. aquí se evidencia el poder y la fuerza en una sociedad rural, que como sabemos, al cabo de pocas décadas se encaminaría a un proceso de explotación petrolera, lo cual llevaría, eso sí, a mediados del siglo, al desplazamiento de la población desde el campo hacia las principales ciudades del país. Se desconoce la fecha de la foto y el autor de la misma. Probablemente, ese mismo día, Castro se hizo tomar al menos otra foto, pero esta vez solo. Aparece con la misma ropa, las mismas botas, el mismo sombrero delante del mismo portón, sobre la misma silla “vestida” elegantemente de blanco, pero esta vez con las piernas cruzadas, denotando menos rigidez en la postura y más serenidad en la mirada. La foto fue tomada (así como la que acabo de comentar) de la revista “El Desafío de la Historia”, dirigida por Asdrúbal Baptista, año 2, revista nº 11, año 2009, página 53 como parte del Dossier: La Restauración Liberal. La foto puede ser ubicada en el Archivo Audiovisual de la Biblioteca Nacional de Venezuela.

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